3/4/10

Let me tell you



Empecé a creer en que los sueños no son más que deseos olvidados.
Que ya no hay nada nuevo en una frustración.
Que ya no me sorprenden las traiciones.
Que disfruto lo sencillo, lo de todos los días.
Que quizás todo sea mentira, y me gusta seguir creyendo.
Que el mundo sigue girando, con o sin vos, con o sin mí.
Que nunca me gustó hablar de más.
Que muchas veces hablo de menos.
Que ni siquiera hace falta hablar.
Que le perdí el miedo al abismo, y ya nadie se tira al vacío por amor.
Que el tiempo me pudrió el corazón.
Que escupo ternura cuando amo de verdad.
Que puedo ser muy reservada, y pecar de soberbia.
Que sigo tirándoles sal a algunas viejas heridas abiertas... a algunas nuevas, también.
Que disfruto el silencio, no así la ausencia de gestos.
Que la cobardía y el egoísmo son los temas recurrentes.
Que la fortaleza no es una armadura dorada.
Que creen saberme, y soy más que un par de palabras.
Que mareo con mis vueltas y explicaciones.
Que debería hacer de una vez, sin avisar, sin preguntar.
Que debería pensar un poco más en mí.
Que escribo siempre lo mismo, cambiando perspectivas, mirando de la misma manera.
Que soy constante en mi inconstancia y nadie se da cuenta.
Que al fin y al cabo, vivimos solos, aunque acompañados.
Que no sé qué día es hoy, ni cuánto falta para.
Que a veces me siento única, y otras reemplazable.
Que si la decisión está tomada, no hay vuelta atrás.
Que soy la contradicción y mi propio laboratorio.
Que el cielo es el mismo todos los días y nunca tuvo la misma cara.
Que el viento se lo inventa uno, y que llorar es lo mismo que reír.
Que son los ojos los que cambian, no el reflejo en el espejo.
Que estoy lista para las espinas, no para las rosas.
Que ni siquiera puedo decir lo que necesito decir.

Porque es poco tiempo, porque es demasiado, porque da miedo, porque duele un poco, porque se siente muy adentro, porque estoy tan segura que no sé...

1/4/10


Puedo hablar de lo que hice, o de lo que dejé de hacer - en estos días y en los demás.
De lo mucho que me reí, y de las veces que lloré de felicidad.
De la germinación del poroto, y de teorías inútiles.
Del amor, la fantasía, las ilusiones - hipotéticas o reales, Ud. dirá.
De los idiotas, de los que se escudan en palabras e imágenes ajenas.
De las personas llenas de luz, de ideas, de cosas que admiro.
De mis metas, mis intereses, mis análisis críticos y los que no lo son tanto.
De la lástima, del rencor, de las pasiones más bajas.
De mis experiencias, de lo que aprendí, de cosas en las que fallé.
De todo lo que se te ocurra - la arrogancia me sienta bien.
De ficción, de cosas que fueron y nunca existieron.
De la existencia misma, o de todas mis contradicciones.
Pero realmente...
Hoy no.
No puedo expresar lo bien que me siento, sin caer en la cursilería, en lo común, lo vulgar, lo que dicen todos.
Así que dejémoslo en eso.
Creo que se entiende.