7/10/11

Mi pequeña infinidad

¿Viste esas noches cuando no das más, y el cuerpo empieza a pedir por favor?
No hay nada que pueda consolarte.
Y, sin embargo, vos te quedás como que todo va llegando tarde a tu mundo remoto...
Por no estar ahí.

Ganas de llorar. Nada más que eso. No tengo ganas de nada más.

Y entre tanto desgarro, tanta agonía.
Tanto gris y frustración acumulada.
Entre tantas noches vacías. Tanto sin sentido de día.
Todavía me animo a verte radiante.
Acariciando, consolando, mi infinita tristeza.


No hay comentarios: